miércoles, 5 de mayo de 2010

TIERRA DE VOLCANES

Sopla el viento incesante en los salares.

Bajan los ríos desde las murallas.

Fumarolas humeantes

a la vera cantan rogativas de mapuches,

rituales de lluvia y abundancia.

Pinta el cobre las montañas,

coronan los colores, los viñedos

hielos y piñones esparcidos.

Araucarias son centinelas.

Erguidas están sus ramas,

allí, donde nacen los lagos.

Que no se infarte la tierra,

que no viertan su furia los volcanes,

que no se enoje Pillán *

que pehuenes ancianos custodian

la espalda de la cordillera.

Tienes que estar de pie, Chile

hay savia del pehuén

en tus entrañas.

Sonia Del Papa Ferraro

3-5-2010

* Según las creencias mapuches, los volcanes constituían el hogar del Pillán, que era el padre fundador de las razas y linajes, y cuando entraba en erupción era porque desataba su ira por algún comportamiento inadecuado de ellos. No le temían realmente, sino que le profesaban un respeto natural como el de hijos a su padre y lo invocaban con sacrificios y ofrendas para hacerle peticiones de diversa índole. Además de humo, temblores y lava, el Pillán expresaba su ira con los truenos y los relámpagos.