lunes, 29 de agosto de 2011

EL RÍO DE CASIMIRA




Escoltar el Río entre las trenzas


como una misión de la sangre.


Un testamento que renueva los cauces.


El tiempo tatuado en las manos gastadas,


en la piel oscura.


El Río león celebra bajo el sol de la tarde,


la profundidad en un abrazo de orillas.


Una madre charrúa entre las venas.


Trenzadas cabelleras, renegridas,


interminables,


que todo lo sostuvieron


siempre


como enlazadoras de mundos


de hijos, de razas y virtudes.


Como el Río que duerme su caudal de tiempos,


duerme agua,


duerme madre charrúa.






Abril de 2010-


Montevideo


miércoles, 3 de agosto de 2011

El Viaje





No nos invaden ya los naufragios.

En este vendaval que inventa y que perfora

hemos creado alas resistentes,

para elevar los ojos como las flechas del campo.

Los duelos aun no se terminan

en este lecho de boca, piel humedad,

de nuevo piel, boca

beso, humedad y roce.

Gira el mundo sobre un ocaso

que reanuda todas las auroras,

las desgrana en miles de rompientes,

en velámenes cansados,

rutinas trepanadas de distancia.

Demoler órdenes,

la luz de la madrugada,

si fuimos o no fuimos,

la curva de mi cadera

y a contraluz , mi espalda.