lunes, 25 de junio de 2012



A Blanquita, Guillermo y Claudio.

Recuerdo de nuestro viaje al Norte.

SOMBRERO AZUL


Escribo desde estas manos

gestadas de arcilla,

caminando la luna llena de Tafí

y la mañana.

Traigo del Norte

la roja emoción de la montaña,

el quechua entonado en el aliento,

y el perfume de tabacos y viñedos.


¿Cómo no amar a tu gente, a la tierra y la tonada?

Si todo es música sonando,

almíbar y zapallo,

vino y amparo de pircas.

Comprendo ahora

este cielo que te cobija,

el grito del abra pariendo los cerros,

la calma del valle y sus matices.


Amaso este poema,

bajo un sombrero azul de alegría

como un regalo de mi voz para tu pueblo.

Bendigo

el mar verde de cañas en las rutas,

y esta agüita nativa y cristalina

que nos cruza la sed

y el amor,

como un refugio.


miércoles, 13 de junio de 2012


PLAYA


Ocaso
en la desnudez de mi espalda.
Como el mar muero en la arena.
Sólo mis manos se hunden en caracoles tibios.

Hay algo en la tarde que devora.


Villa Gesell,
Diciembre de 2000.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Novedades: Muestra de Artistas Plasticos: "El Sur en el Norte"





Ap e r t u r a : martes 29 de mayo 14:00hs.
Vernisagge: sábado 02  de junio 17:00hs. a 20:00hs. Recital Poético y Guitarras.
Los esperamos en Agustín M. García (Ruta 27) N° 8195 Esquina Luis Pasteur- Benavidez
contactanos al mail: mararte@arnet.com.ar

lunes, 16 de abril de 2012




El Ginkgo Biloba del cementerio.

“La muerte cava tu libertad desenfrenada”. Edna Pozzi.-

A la memoria de mi madre


Te brotaron los ojos celestes de poesía

aun bajo el árbol de los cuarenta escudos este invierno,

allá donde te dejamos sin otro remedio que dejarte.


No me creía la tarde ni una palabra.

Ni los rosales del jardín, me creían,

ni los aquelarres sobre la playa de los veranos;

ni el fósil viviente  creía,

que estabas  bajo de sus raíces.


Fueron todas semillas brotando,

gusto a pan y a trenzas amasadas los domingos,

cuando todavía la madre era intacta,

el amor intocable y sin estrenar, la inocencia.



Hoy el árbol amarillo te custodia

donde quedaron tus ojos de lavanda

las manos de hada abatidas por el tiempo.

Bajo el azabache de la tierra,

volverás a cabalgar tu vientre fértil,

a ser pájaro,

a fundar paraísos de poesía.

entre las ramas del árbol de oro

que tanto amabas,

y  ahora, madre, te corona.