A Blanquita, Guillermo y Claudio.
Recuerdo de nuestro viaje al Norte.
SOMBRERO AZUL
Escribo desde estas manos
gestadas de arcilla,
caminando la luna llena de Tafí
y la mañana.
Traigo del Norte
la roja emoción de la montaña,
el quechua entonado en el aliento,
y el perfume de tabacos y viñedos.
¿Cómo no amar a tu gente, a la tierra y la tonada?
Si todo es música sonando,
almíbar y zapallo,
vino y amparo de pircas.
Comprendo ahora
este cielo que te cobija,
el grito del abra pariendo los cerros,
la calma del valle y sus matices.
Amaso este poema,
bajo un sombrero azul de alegría
como un regalo de mi voz para tu pueblo.
Bendigo
el mar verde de cañas en las rutas,
y esta agüita nativa y cristalina
que nos cruza la sed
y el amor,
como un refugio.
Muy lindo tu poema, me recuerda mis años de muchacho, cuando trabajaba en las minas de cobre de Catamarca y todos los fines de semana iba de descanso y paseo a Tucumán.
ResponderEliminarA veces, para los poetas que tenemos el regalo de Dios de un alma sensible, los recuerdos son nuestro mejor regalo.
Un beso Grande,
Juan Carlos
Me gustaría agregar, un agradecimiento a tu entrada como seguidora de mi blogspot. Además he leído todos tus poemas publicados en el blog "mispoetascontemporaneos" y "mispoetascontemporaneos2". Me han agradado mucho todos y cada uno de ellos, porque siguen tus poemas la música interior que los inspiran y que reflejan tu sensible personalidad.
ResponderEliminarCon todo cariño, tu amigo de siempre...
Juan Carlos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy bello y profundo poema! Te felicito, Sonia! Un abrazo, David Sorbille
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