lunes, 14 de noviembre de 2011

AMOR ENTRE EL CIELO Y LA TORMENTA

Arrullo de casuarinas sobre el río

me lleva hacia el ocaso.

Mi garganta se funde con el viento,

y es un canto mi voz que se libera.



Hay un temblor de la noche,

un vaticinio.

Un silencio de lluvia hay en la casa.

Se dejan oír esas gotas,

la nostalgia de cristales quebrados.



El cielo y la tormenta

se juntan esta noche para amarse.

Duerme la isla.

Mi guitarra y mi voz se han apagado.





“Marisandra”,

Arroyo Rama Negra, 2002.

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