“Los secretos de la piel se arropan enlazados en racimos
y hurgan por un puñado de besos...”
Isabel Krisch
Desátame las sogas,
las mordazas y las vendas.
Libérame de lágrimas.
Del abismo de las noches,
de las noches de abismo.
Dame el oxígeno necesario.
Hazte arcano del equilibrio
dame el silencio;
como una luz que alumbre la memoria
y delate los confines del dolor,
del tiempo antiguo.
Dame pases de magia,
sueños, realidades.
Lléname el vacío de texturas con sentido.
Dame una atmósfera distinta
donde la palabra no espere,
donde esté el fuego.
Donde no vuela atrás
lo recorrido.
Julio 2008
Entre la roca y el aire, insondables, casi bíblicos versos que exorcizan el alma atribulada, invitando a la liberación de tantas ataduras, cadenas y mordazas que impiden los vuelos trascendentales del espíritu, del poeta hecho arcano, y ángel y lumbre en las somnoliencias, las tinieblas y las tempestades que no son tale sino, simplemente, sombras que la luz disipa. Como la de tus versos.
ResponderEliminarEnhorabuena, amiga. Escribes como los dioses.
Besos.