A Blanquita, Guillermo y Claudio.
Recuerdo de nuestro viaje al Norte.
SOMBRERO AZUL
Escribo desde estas manos
gestadas de arcilla,
caminando la luna llena de Tafí
y la mañana.
Traigo del Norte
la roja emoción de la montaña,
el quechua entonado en el aliento,
y el perfume de tabacos y viñedos.
¿Cómo no amar a tu gente, a la tierra y la tonada?
Si todo es música sonando,
almíbar y zapallo,
vino y amparo de pircas.
Comprendo ahora
este cielo que te cobija,
el grito del abra pariendo los cerros,
la calma del valle y sus matices.
Amaso este poema,
bajo un sombrero azul de alegría
como un regalo de mi voz para tu pueblo.
Bendigo
el mar verde de cañas en las rutas,
y esta agüita nativa y cristalina
que nos cruza la sed
y el amor,
como un refugio.